Central Hidroeléctrica de Tavascán.

Una bóveda del tamaño de la Sagrada Familia en las entrañas de la montaña.

La montaña esconde en su interior muchas sorpresas y esta, aunque creada por el hombre es una de ellas.

Una obra colosal iniciada en los años 50 y finalizada en 1974. 
Muchos somos los que por diferentes motivos pasamos por Tavascán y nos pasa desapercibida quedándonos tan sólo con la imagen de los transformadores de su entrada. Merece la pena hacer una parada y completar la vista de una hora y media tanto por lo curioso de la actividad como por la información y conocimientos que en la misma se adquieren.

Una visita apta para todos los públicos y muy bien guiada por sus responsables que nos conducirá por largos pasillo y altas bóvedas para conocer un secreto bien guardado del Pallars.

Destacar como singular a nivel técnico que se trata de una central de ciclo reversible, es decir de día toma agua de los lagos para producir electricidad y por la noche en horas valle de consumo utiliza parte de la electricidad generada durante el día para devolverla a su lugar de origen.

Cuita el Sol, algo más que una milla vertical.

Simbolismo, ambiente del Pallars, paisaje y esfuerzo.

Actualmente podemos encontrar un número considerable de pruebas de running en montaña. Ya sean trails, carreras, ultra trails o carreras verticales en diferentes distancias.

Sin embargo el factor diferencial entre unes y otras se encuentra en el entorno donde se celebran, organización de la prueba y resto de elementos que dan sentido a la misma.

Cuando hablamos de la Cuita el Sol encontramos que reúne todos los requisitos indicados y que será capaz de cumplir con nuestras expectativas si decimos participar en ella.

El Centre Excursionista de Lleida, con Feliu Izard como alma mater de la misma,  organiza esta prueba consolidada dentro del calendario de carreras verticales. La primera edición tuvo lugar en 2004 y desde entonces se celebra  el segundo sábado del mes de junio. 

Con salida en el pueblo de Àreu en el Pallars y meta en la cima del Monteixo (2.905m) esta peculiar milla vertical está basada, y de ahí su encanto, en un cuento de Pep Coll  “L’home que corria més que el sol”, “El hombre que corría más que el sol” explica la historia de Quim, un hombre que de joven ganó seis veces una carrera sumamente difícil porque se trataba de batirse con el sol. Correr a la cima de la montaña del pueblo suficientemente rápido para poder llegar arriba antes de que el sol marchase. 

Este espíritu permanece hoy en día, y con algunas variaciones marcadas por temas de seguridad, los corredores suben por las fuertes pendientes del Monteixo evitando ser atrapados por la sombra.

Participar en esta prueba nos va a permitir superar un reto personal en el ámbito deportivo ya que sin duda se trata de una actividad exigente ya que supone superar 1.670 metros de desnivel positivo en una distancia de 5.400 metros lo que significa progresar con una pendiente significativa. Pero sin duda lo relevante de participar es conocer el entorno, el precioso pueblo de Àreu y sus alrededores, la Vallfarrera, disfrutar de las vistas que durante todo el recorrido nos van a acompañar, la visión del valle desde la cima y poder disfrutar de las actividades que dentro del programa de la Cuita el Sol se celebran como son conciertos de acordeón, feria de productos tradicionales y del hierro. Todo ello en un ambiente auténtico de montaña.

Una carrera llena de simbolismo que nos va a acercar a la Vallfarrera.