En el número 251 noviembre-diciembre de 2013 de la revista Vertex de la FEEC, Xavier Martorell hace una reflexión sobre algunas de las entradas y reseñas que trail runners hacen en blogs sobre las carreras de montaña, trails y otras activiadades en el monte en que participan.
En esencia lo que viene a decir es que en ellas predominan reflexiones sobre la evolución en la clasificación, dolores y sensaciones físicas pero que en pocas ocasiones hay alusiones a la grandeza del entorno, las sensaciones que provoca la naturaleza, los olores y resto de percepciones de los sentidos mientras se está en la montaña.
La verdad es que este artículo me ha hecho reflexionar y mirar hacia atrás y hacer memoria de las últimas entredas que he leído sobre pruebas y salidas en que he participado.
Desde luego que tiene razón, cada día más están predominando valoraciones y aportaciones sobre estados físicos durante la actividad sobre verdaderas referencias al monte y todo lo que conlleva.
Sin embargo valdría la pena dedicar unas líneas en la reseña a explicar, o como minimo intentar hacerlo, el escalofrío que te recorre el cuerpo cuando solo, en la oscuridad de la noche escuchas un ruido, hacer mención al sonido sordo de nuestras pisadas en la nieve, al silencio de la niebla, al alor a humedad, al sonido del viento, a los colores imposibles del otoño, al placer de dar saltos entre las rocas, la sensación de cruzarte con un animal y que muy cerca tuyo se te quede mirando con una expresión de ¿y este tío que hace aquí?
Merece la pena que en nuestras reseñas y entradas en blog dediquemos un espacio a explicar ese tipo de cosas, sensaciones, sentimientos, lugares, rutas, esa es la diferencia entre un trail runner, un corredor de montaña y alguien que corre por montaña al que poco le importan esas cosas y acaba sintiendo lo mismo cuando entrena en un polígono industrial o por las calles de una ciudad que cuando lo hace en un paisaje inmenso de montaña porque lo único que le importan son rítmos, minutos por quilómetro o cuantas posiciones ha ganado en los últimos minutos.
La cabra tira al monte y yo donde mejor me siento y donde mejores sensaciones tengo es en la montaña, porque "es per això que m'agrada córrer" en montaña.
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